El Laboratorio de Hixiene, Inspección e Control de Alimentos de la Universidade de Santiago ha desarrollado un mecanismo que permite identificar en poco tiempo y de manera simultánea todos los microorganismos de carácter patógeno en alimentos que proceden del mar.
Se trata de sondas genéticas específicas, o lo que es lo mismo, dispositivos que se dirigen a una diana concreta de cada microorganismo.
El aparato, de tamaño inferior a un teléfono móvil, es una especie de «chip de ADN» que «nos permite identificar a existencia de calquera microorganismo porblemático presente nos produtos da pesca e da acuicultura», explica el catedrático del departamento de Química Analítica, Nutrición e Bromatoloxía Jorge Barros Velázquez.
Y para poder identificar a estos microorganismos, el grupo de investigación ha creado una base de datos de bacterias que además han caracterizado desde el punto de vista genético, puesto que existen regiones de genoma que, al ser muy específicas, permiten distinguir especies e incluso cepas de una misma especie.
El hecho de que gracias a este sistema se puedan realizar análisis de los alimentos «moi robustas, rápidas e potentes», permite que la industria sea capaz de tomar medidas inmediatas ante cualquier suceso que pueda comprometer la seguridad o calidad de un lote de productos alimentarios.
Actualmente, los métodos empleados identifican los organismos por separado o por grupos microbianos, lo que obliga a realizar varios ensayos para un único alimento y en ocasiones puede haber complicaciones en el caso de bacterias difíciles de distinguir.
Unos problemas que resuelve la investigación coordinada por Jorge Barros y la profesora Pilar Calo Mata.
Aunque por el momento solo trabajan con productos del mar, la técnica también se puede aplicar a otros sectores alimentarios.
SANTIAGO/LA VOZ.
lavozdegalicia.es
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