lunes, 18 de agosto de 2014

Barcelona contará con un Silicon Valley de la alimentación

Reimagine Food

La puesta en marcha del proyecto Reimaigine Food promoverá la creación de un Silicon Valley de la alimentación en Barcelona, donde las tecnologías emergentes y las startups se pondrán al servicio de la innovación alimentaria.

Fusionar alimentación y gastronomía con las tecnologías emergentes, este es el objetivo de Reimagine Food, un proyecto que ha visto la luz este mes de marzo y que pretende ser el primer centro disruptivo que aúne innovación, tecnología, food startups, foodpreneurs y marcas de alimentación.

Esta iniciativa cuenta con el respaldo de accionistas como Emilio Cuatrecasas, presidente del bufete Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, Jordi Gallés, presidente de Europastry, Joaquin Serra, vicepresidente Ejecutivo de Relaciones Institucionales de Natura Bissé Group, CBDO y co-founder de Reimagine Food, así como Màrius Robles, CEO & Cc-founder de Reimagine Food.

El modelo de negocio de este centro experimental se articulará en dos ramas: por un lado, la Aceleradora y por otro, el Lab.

La primera estará dirigida a emprendedores y empresas del sector de la alimentación y bebidas que deseen innovar.

Para ello, Reimagine Food proporcionará a 15 startups cada año formación, financiación y asesoría para potenciar su desarrollo, así como un espacio común de trabajo en la sede de Reimagine Food en EsadeCreapolis.

Por otro lado, el Lab será un centro experimental, el primero del mundo, en el que se fusionará la alimentación y la gastronomía con las tecnologías emergentes como el Big Data, la movilidad, el cloud computing, la 3D Food Printing, la realidad aumentada o la inteligencia predictiva.



La USC diseña un chip de ADN que identifica los patógenos presentes en alimentos marinos


El Laboratorio de Hixiene, Inspección e Control de Alimentos de la Universidade de Santiago ha desarrollado un mecanismo que permite identificar en poco tiempo y de manera simultánea todos los microorganismos de carácter patógeno en alimentos que proceden del mar.

Se trata de sondas genéticas específicas, o lo que es lo mismo, dispositivos que se dirigen a una diana concreta de cada microorganismo.

El aparato, de tamaño inferior a un teléfono móvil, es una especie de «chip de ADN» que «nos permite identificar a existencia de calquera microorganismo porblemático presente nos produtos da pesca e da acuicultura», explica el catedrático del departamento de Química Analítica, Nutrición e Bromatoloxía Jorge Barros Velázquez.

Y para poder identificar a estos microorganismos, el grupo de investigación ha creado una base de datos de bacterias que además han caracterizado desde el punto de vista genético, puesto que existen regiones de genoma que, al ser muy específicas, permiten distinguir especies e incluso cepas de una misma especie.

El hecho de que gracias a este sistema se puedan realizar análisis de los alimentos «moi robustas, rápidas e potentes», permite que la industria sea capaz de tomar medidas inmediatas ante cualquier suceso que pueda comprometer la seguridad o calidad de un lote de productos alimentarios.

Actualmente, los métodos empleados identifican los organismos por separado o por grupos microbianos, lo que obliga a realizar varios ensayos para un único alimento y en ocasiones puede haber complicaciones en el caso de bacterias difíciles de distinguir.

Unos problemas que resuelve la investigación coordinada por Jorge Barros y la profesora Pilar Calo Mata.

Aunque por el momento solo trabajan con productos del mar, la técnica también se puede aplicar a otros sectores alimentarios.

SANTIAGO/LA VOZ.
lavozdegalicia.es