miércoles, 1 de diciembre de 2010

“Alimento milagroso” se extiende al Medio Oriente



Una nutritiva alga verde azulada, conocida como espirulina, se ha agregado a las comidas escolares en Jordania para combatir la desnutrición crónica y la anemia entre los niños.

Casi uno de cada diez niños jordanos sufre de desnutrición crónica o de deficiencia energética o proteica de larga data, mientras que un tercio está anémico, de acuerdo con una encuesta realizada por el Departamento Jordano de Estadística, publicada en marzo.

La Institución Intergubernamental para el Uso de la Microalga Espirulina contra la Desnutrición (IIMSAM por sus siglas en inglés), la cual tiene estatus de observadora ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, dice que la espirulina es rica en proteínas y vitamina B, y contiene beta caroteno que puede ayudar a superar problemas visuales causados por la deficiencia de vitamina A.

Una cucharada sopera diaria puede eliminar la anemia por déficit de hierro, la más común de las deficiencias en minerales.

De acuerdo con IIMSAM, un plan piloto de alimentación en dos escuelas de Kenia desde abril del 2009 a abril del 2010 ayudó a curar a 1.350 alumnos que sufrían de desnutrición.

El Programa de Alimentación Mundial estima que el 22 por ciento de los niños kenianos menores a cinco años están desnutridos, bastante por encima del 15 por ciento que la Organización Mundial de la Salud estima como el límite para describir una situación de emergencia.

Naseer S. Homoud, director de la Oficina del IIMSAM para el Medio Oriente, dijo que la espirulina desempeña un papel en la lucha contra la desnutrición, especialmente en niños, y se refirió a “su bajo costo de cultivo, ya que puede crecer incluso en tierra infértil y sin una gran provisión de agua”.

“Los cambios climáticos están afectando nuestras maneras tradicionales de producir alimentos – teníamos que encontrar formas no tradicionales de nutrición”, expresó el ministro de Agricultura, Mazen Khasawneh.

Pero no hizo comentarios acerca de las pruebas con la espirulina. “Todavía es demasiado temprano para saber si es un experimento exitoso o no”, comentó.

Las primeras evidencias muestran que los niños en las primeras etapas de la educación primaria no llevan a la escuela comidas con agregado de espirulina.

El alumno Khaled Sarhan dijo que, al principio, no le gustaba el sabor de las galletas que contenían espirulina, pero que “después de que mi maestra me dijo lo útil que es, me acostumbré al sabor en dos o tres días”.

“El sabor amargo de la espirulina será el principal problema para que se vuelva más popular entre los niños”, expresó Ahmed Khorshed, profesor de Industrias Alimentarias en el Centro de Investigación Agrícola de Egipto, “pero agregarla a otros alimentos, como las galletas, podría resolver el problema del sabor de manera parcial”.

Los resultados del proyecto serán presentados al Ministro de Agricultura en junio del 2011.

Si es exitoso, las comidas con espirulina se expandirán, e incluso podrán llegar a otras partes del Medio Oriente.

“Egipto será nuestra próxima parada”, manifestó Remigio Maradona, director general del IIMSAM.

La traducción es gentileza de Claudio Pairoba

Hazem Badr

SciDev.net

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