domingo, 20 de enero de 2019

Es necesario un giro hacia sistemas alimentarios que aseguren dietas saludables


El Director General de la FAO, durante su intervención en el Congreso Futuro

El Director General de la FAO llama a transformar los modelos de producción y consumo para combatir el hambre, la obesidad y otras formas de malnutrición

El hambre, la obesidad y otras formas de malnutrición seguirán en aumento si no existe un cambio profundo en los sistemas alimentarios, aseguró José Graziano da Silva, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Graziano da Silva intervino en Congreso Futuro, el evento de divulgación científica más importante de América Latina, junto a expertos internacionales dedicados a promover una alimentación saludable y sostenible con el medioambiente.

El Director General de la FAO afirmó que el problema del hambre y el sobrepeso en el mundo no es la falta de alimentos, sino la falta de acceso a alimentos saludables y nutritivos para toda la población.

“La paradoja es que hoy día tenemos casi el mismo número de personas hambrientas que personas obesas y esto va creciendo rápidamente”, aseguró.



Según el último informe de la FAO, en 2017 el hambre afectó a 821 millones de personas y la proporción de obesidad en adultos alcanzó en 2016 el 13,3 por ciento, equivalente a 672 millones de personas.

En su intervención, el Director General de FAO destacó que la razón del aumento del hambre y la obesidad es que nuestros sistemas alimentarios no están suministrando dietas saludables.   

“Los sistemas alimentarios que tenemos no funcionan, están diseñados para otra cosa que no es garantizar una buena alimentación.

El reto es rediseñarlos”, afirmó.

Graziano da Silva recalcó que la obesidad debe ser tratada como un asunto público, con políticas públicas y no solamente como un problema individual de las personas.

“El problema de la obesidad es más complejo que el del hambre.

El hambre se circunscribe a áreas específicas, sobre todo a aquellas azotadas por conflictos, sequías y extrema pobreza, pero la obesidad está en todas partes y sigue creciendo en todo el mundo”, señaló.

En ese sentido, el Director General explicó que el sistema alimentario es la cadena que incluye los suelos, la producción, la distribución y el almacenaje y llega hasta los restaurantes y las casas  “pero no termina ahí”.

“Hay una parte que no es visible y que es la que tiene más poder, una ´superestructura´ que condiciona las dietas saludables.

Me refiero a las instituciones, a las leyes y los marcos de regulación”.

Graziano da Silva recordó que, a nivel mundial, las principales causas del hambre son los conflictos armados y el impacto del cambio climático.

“Hoy el 60 por ciento de las personas que tienen hambre están en países que tienen conflictos y el 40 por ciento están en países que han sufrido de una sequía, unos de los fenómenos más devastadores para la producción”, recalcó.

Frente a todos estos desafíos, Graziano da Silva hizo un llamado a actuar con rapidez y decisivamente de forma conjunta, con los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, el mundo académico y de investigación.

“Todos tenemos un rol que desempeñar para garantizar la seguridad alimentaria”, aseguró.

Junto al Director General de la FAO, participaron Rosana Oliveira, quién ha hecho sus investigaciones en la alimentación basada en plantas; el doctor en Tecnología Agrícola y sistemas de Gestión, Rabi Mohtar, y la Directora del Centro de Política Alimentaria de la Universidad de Londres, Corinna Hawkes.

Santiago de Chile

FAO


Innovar para el futuro de la alimentación y la agricultura



El Salvador: un grupo de agricultores usa invernaderos de madera de bajo coste como solución a la limitada disponibilidad de tierra y agua. Aquí, los campesinos cultivan tomates, pimientos verdes y pepinos en vertical para aprovechar de manera eficiente el espacio disponible 
y poder recolectar durante todo el año. 
©Boris Corpeño

Cómo ayudan las innovaciones a reducir a cero el número de víctimas del hambre

Los agricultores no solo son nuestros productores de alimentos, sino que son también guardianes de nuestros recursos naturales: suelos, agua, biodiversidad y semillas.

Son, además, innovadores.

Desde los comienzos de la agricultura, han tenido que cambiar, adaptarse y crear nuevas formas de trabajar la tierra, lidiar con terrenos difíciles y soportar climas y fenómenos climáticos extremos.

Su supervivencia y medios de vida dependían de ello, por lo que encontraron formas de salir adelante.

Las granjas familiares representan el 90% de las explotaciones agrícolas del planeta y producen más del 80% de los alimentos a nivel mundial.

Los agricultores familiares gestionan además cerca del 75% de todas las tierras agrícolas.

Sin embargo, paradójicamente, a menudo son pobres y padecen inseguridad alimentaria.

Reconocer las innovaciones exitosas que ya han sido usadas y ayudar a difundirlas a otros agricultores, es vital para el futuro de la agricultura y la alimentación.

Necesitamos ampliar las innovaciones en la agricultura para poder alimentar a una población creciente y cada vez más urbanizada.

La innovación no son solo buenas ideas, y es mucho más que tecnología.

En pocas palabras, la innovación es el proceso a través del cual individuos u organizaciones utilizan productos, procesos o formas de organización –nuevos o ya existentes– por primera vez.

La innovación en la agricultura está presente en todas las dimensiones del ciclo de producción a lo largo de toda la cadena de valor, desde la producción agrícola, forestal, pesquera o ganadera hasta la gestión de insumos y recursos para el acceso a los mercados.

Presentamos cinco ejemplos de cómo la innovación está transformando la agricultura en el mundo:

1. En la República Dominicana, se aplicó la técnica del insecto estéril (TIE) para erradicar la mosca mediterránea de la fruta.

En 2015, un brote de esta plaga obligó al país a promulgar una prohibición inmediata de sus exportaciones de frutas y hortalizas, dañando gravemente la segunda fuente de ingresos más importante del país.

La TIE es una técnica innovadora en la que se esterilizan insectos machos en laboratorios.

Cuando se liberan en la naturaleza, se aparean con hembras, pero no tienen descendencia.

Con el tiempo, esto reduce significativamente la población de insectos.

En 2017, la población de moscas de la fruta mediterránea del país fue oficialmente erradicada.

La TIE es una de las formas de control más respetuosos con el medio ambiente, ya que no requiere el uso de productos químicos en el hábitat nativo del insecto.

2. En Tanzania, donde gran parte de la población rural tiene dificultades para obtener ingresos sostenibles, los agricultores están encontrando nuevos usos para el árbol indígena Allanblackia, ya que el aceite de sus semillas es rico en nutrientes.

Usando este aceite, los agricultores han desarrollado nuevos productos, como cremas y lociones para la piel, que son lucrativos en el mercado y han atraído la atención internacional.

Las incipientes cadenas de suministro en el país contribuyen a aliviar la pobreza y conservar la biodiversidad, dando a los campesinos locales la oportunidad de aumentar sus ingresos gracias al acceso a los mercados internacionales.


los miembros de IITA Youth Agripreneurs en Nigeria usan un horno de ahumado para poder vender bagres frescos a un precio más alto. © IITA
©FAO/Keith Cressman


Con el sistema eLocust3, la FAO ha monitoreado y previsto posibles amenazas a la producción alimentaria en Eritrea. La herramienta utiliza observaciones de campo realizadas durante las inspecciones y transmite los datos al Centro Nacional de lucha contra la langosta 
en tiempo real por satélite. 
©FAO/Keith Cressman

3. En la India, el gobierno del estado de Telanagana implementó un nuevo plan de seguros denominado Rythu Bandhu.

Este programa otorga a los agricultores en el estado 4 000 rupias (55 USD) por acre por temporada para apoyar las inversiones y comprar insumos agrícolas.

El personal de Rythu Bandhu supervisa la distribución de los fondos, recopila datos sobre el uso y resultados de las subvenciones y desarrolla una relación de proximidad con los campesinos para garantizar una planificación exitosa de los cultivos.

Este plan permite a los agricultores escapar de los ciclos de deuda y pobreza y desarrollar iniciativas agrícolas sostenibles y lucrativas.

4. A nivel mundial, se está utilizando una aplicación móvil llamada eLocust3 para monitorear y detectar rápidamente una de las plagas migratorias más peligrosas del mundo: la langosta del desierto.

La aplicación combina los últimos avances en información, comunicación y tecnologías satelitales en un sistema unificado de monitoreo y alerta temprana.

Ha contribuido de forma significativa a reducir la duración, severidad y frecuencia de las devastadoras plagas de langosta del desierto en África y Asia.

5. Otro ejemplo es una plataforma de inteligencia artificial, Agripredict, iniciada por una empresa en Zambia, y que además resultó ganadora en la competición #HackAgainstHunger de 2018 en Rwanda.

Se basa en el uso de una simple foto de teléfono móvil para detectar la presencia de plagas o enfermedades.

También puede pronosticar la probabilidad de invasiones de plagas, como el gusano cogollero del maíz, y predecir la posibilidad de patrones climáticos adversos como sequías, inundaciones y frentes fríos.


La FAO y sus socios utilizan drones para determinar los lugares donde los sistemas agrícolas están particularmente amenazados por los desastres naturales. © Knoell Marketing/Unsplash
Innovación para un mundo con #HambreCero

Innovación para un mundo con #HambreCero

Cada año exigimos más a nuestros recursos naturales.

El número de personas que sufre hambre aumenta y la población mundial crece.

En este contexto, la innovación agrícola es fundamental para ayudar a los agricultores familiares a utilizar los recursos de una manera mejor y más eficiente.

La FAO ha organizado un Simposio internacional sobre innovación agrícola en favor de los agricultores familiares para impulsar acciones colectivas y aumentar la comprensión sobre qué se necesita para apoyar la innovación.

El simposio ayudará a las partes interesadas y responsables de la toma de decisiones a formar nuevas asociaciones, intercambiar conocimientos y buscar oportunidades para ampliar las innovaciones agrícolas.

Debemos actuar de forma colectiva para eliminar las limitaciones (tecnológicas, sociales, organizativas, políticas o de otro tipo) que ahogan la capacidad de los agricultores familiares para innovar, al mismo tiempo que se fomenta el intercambio de buenas prácticas, productos y herramientas agrícolas.

La innovación es una de nuestras mejores herramientas para lograr un mundo #HambreCero.

FAO