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Las granjas han surgido en ciudades de todo el país en los últimos años como activistas e idealistas verter su sudor en el suelo arenoso. Ahora Paul Lightfoot quiere tomar la agricultura urbana más allá de la suciedad del trabajo de menores de las uñas de los del amor. Él quiere tomar que de las empresas.
En junio, la compañía de Lightfoot, BrightFarms, anunció un acuerdo con El Gran Atlántico y el Pacífico Tea Co., o A & P, para proporcionar la Ciudad de Nueva York-que crecen las verduras a los supermercados de la cadena local de todo el año.
Las mercancías crecerá en lo que la compañía dice que será el país más grande de la granja de efecto invernadero en la azotea, una operación hidropónica de alta tecnología que mejorará la productividad, permitiendo a la compañía enfrentamiento con vegetales orgánicos transportados en camiones de California, cortando miles de kilómetros de la red de la cadena, mientras que el objetivo de proporcionar un producto más fresco a un precio competitivo.
Con acuerdos similares anunciados para St. Paul, Minnesota y Oklahoma, BrightFarms está tratando de aprovechar el nivel nacional de alimentos locales espíritu de la época y crear un producto más eficiente del mercado de masas.
Con algunas notables excepciones, las granjas urbanas han sido en gran parte sin fines de lucro, organizaciones comunitarias, los esfuerzos, con el objetivo de proporcionar alimentos más saludables como un bien público.
Los últimos fines de lucro, las operaciones han sido en su mayoría pequeñas y locales. Lightfoot tiene grandes ambiciones.
"No estamos tratando de cambiar los márgenes de la cadena de suministro", dijo."Queremos cambiar la cadena de suministro."
La idea de producir más alimentos dentro de los límites de la ciudad se ha extendido en los últimos años, junto con una mayor conciencia acerca de la calidad de nuestros alimentos y de dónde viene.
Los defensores dicen que las fincas urbanas también puede proporcionar importante espacio verde y, cuando se construyó en los techos, ayudan a reducir el consumo de energía y la escorrentía de aguas pluviales.
En las ciudades densas como Nueva York, con los altos precios inmobiliarios, los techos representan un espacio atractivo, sin uso.
Varias ciudades, incluyendo Nueva York y Seattle han revisado la zonificación y los códigos de construcción para ayudar a fomentar la práctica.
En Nueva York, dos nuevas empresas ya han empezado el cultivo de hortalizas de grandes tejados comerciales de la ciudad.
Una empresa, Gotham Greens, funciona un invernadero similar al tipo de BrightFarms es la planificación.
La empresa crece hierbas y hojas redondas verdes años, vendiendo a restaurantes y tiendas de comestibles, incluyendo Whole Foods. Brooklyn Grange, que comenzó a funcionar en 2010, tiene un más de baja tecnología, al aire libre operación.
Ambas empresas registran ganancias modestas y se están expandiendo a los techos adicionales, más grandes.
"Nueva York es realmente a la vanguardia de esto", dijo Kubi Ackerman, del Laboratorio de Diseño Urbano en la Tierra de Columbia University Institute.Ackerman dio a conocer un informe del año pasado que demuestra el potencial de las fincas urbanas para mejorar el acceso a las verduras en los barrios pobres de Nueva York.
El informe identifica a más de 2.700 acres de espacio en la azotea de la ciudad que es adecuado para uso agrícola, con el argumento de que las fincas urbanas y la azotea podría mejorar el medio ambiente local y beneficiar a la salud pública, proporcionando puestos de trabajo.
Si eso suena demasiado bueno para ser verdad, puede ser.
El mayor reto para las fincas urbanas, y en particular de las granjas en la azotea, Ackerman y otros dicen, es el dinero.
Un par de años atrás, los artículos de noticias recibió entusiastas anuncios de invernaderos en la azotea de San Francisco y Brockton, un suburbio de Boston, tanto planeada por una empresa llamada Sky verduras.
Hoy en día, la empresa ha dejado de lado el proyecto San Francisco y todavía tiene que abrir camino en el invernadero de Brockton, todo por falta de fondos.
"Los Verdes no emitir cheques para rápidos en esta economía", dijo Bob Bombero, director ejecutivo de Sky verduras.
Dijo que apoya el proyecto BrightFarms ", pero señaló que hace dos años, su empresa se encontraba en una posición similar.Verduras Sky está construyendo actualmente un proyecto de invernadero más pequeño en el Bronx, que Fireman dijo se abrirá en el otoño de 2012.
Para entonces, espera haber comenzado a construir el invernadero en Brockton, que, a diferencia del proyecto BrightFarms ', está totalmente aprobado.
Hay pocos datos sobre la escala de la agricultura urbana, pero el informe de Ackerman encontrado 15-30 granjas en Nueva York, dependiendo de lo que cuenta como una granja.
Notables sin fines de lucro granjas se han abierto en Milwaukee y Oakland, entre otras ciudades, pero sigue siendo un nicho de mercado.
A & P dijo que el proyecto BrightFarms proporcionará suficientes verduras para alimentar a 5.000 personas, pero sólo paga a crecer de alto valor, los cultivos altamente perecederos como los tomates y las verduras tiernas.
"No creo de ninguna manera que estos van a ser la compensación de grandes trozos de nuestro suministro de alimentos", dijo Ackerman.
Viraj Puri, CEO de Gotham Verdes, también advirtió que si la agricultura puede ir a la azotea de corriente.
"Yo no me voy a sentar aquí y decir que esta es la agricultura del futuro", dijo. Las explotaciones agrícolas urbanas, y la azotea, en particular, dijo, puede desempeñar un papel en la creación de un sistema alimentario más sostenible. Pero Puri se muestra escéptico ante afirmaciones de que puede cambiar el sistema por sí solo. "Creo que todo el mundo se acaba de beber el Kool-Aid un poco", dijo.
Tampoco está claro si la agricultura urbana puede prosperar sin el dinero público.Nuevo proyecto de Brooklyn Grange, en el Yard de Brooklyn de la Armada, se benefició de casi $ 600.000 en donaciones de la ciudad para reducir la escorrentía de aguas pluviales, que pueden abrumar el sistema de aguas residuales de la ciudad durante las fuertes lluvias, el envío de aguas residuales sin tratar en cursos de agua.
El invernadero BrightFarms planificada, también en Brooklyn, es parte de una renovación mayor de un almacén vacío que se ha beneficiado de $ 37 millones en exenciones fiscales, aunque Lightfoot dijo que su compañía no ha recibido ningún dinero directamente del público.
El modelo de la compañía es "algo único", dijo Lightfoot, lo que le permite crecer más y más rápido que sus compañeros. BrightFarms asegura a largo plazo con los clientes como A & P, que dijo que proporciona un mejor acceso a los mercados de capitales. La compañía recaudó US $ 4,5 millones en la equidad del año pasado, dijo, y apunta a otros $ 6 millones este año.
Otra cuestión es si una granja de efecto invernadero proporciona todos los beneficios ambientales que los defensores de la agricultura urbana esperamos.
A menos que un invernadero de la azotea se puede aprovechar el calor residual de la construcción a continuación, el calentamiento de la instalación a través de los inviernos de Nueva York puede utilizar la energía tanto o más que el alimento de envío de California o Arizona, dijo Ackerman.
Lightfoot dijo que el proyecto todavía se proporcionará a los beneficios ambientales, tales como la recogida de aguas pluviales y la mejora del uso del suelo.
Tiene la esperanza de acceder a el calor residual de la construcción, pero dijo que es demasiado pronto para decir si eso ocurrirá.
Sin embargo, cualesquiera que sean las limitaciones, los defensores de la agricultura urbana decir un proyecto de escala BrightFarms 'sólo ayudaría perfil del movimiento y todo lo que representa.
Y, Lightfoot, dijo, a dar beneficios es la única manera de hacer eso.
"Yo soy un capitalista", dijo.
"Si realmente quieres cambiar un mercado tienes que tener una gran cantidad de capital para invertir en la fabricación de estos cambios.
Y si quieres subir una gran cantidad de capital que tiene que ser capaz de generar una rentabilidad sobre el capital."
Reuters por Nicolas Kusnets
(El autor es colaborador de Reuters)
(Editado por John Peabody y Tracey Brian)
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